¿Cuáles son los 7 pecados capitales?
A continuación, descubre cuáles son los siete pecados capitales y qué significan:
Vídeo de los siete pecados capitales
Significado de los 7 pecados capitales
Soberbia
Es el pecado original, el mismo cometido por Adán y Eva y que detonó en el destierro de Lucifer. Su deseo por estar por sobre todas las cosas fue más fuerte. Se llenaron de soberbia y por ello fueron castigados.
La soberbia es el pecado principal y el que aviva el deseo por cometer los otros. Aquí inicia todo el mal que puede hacer una persona que no ha sido tocada por Cristo. Su único amor y entrega son para sí mismos.
Avaricia
Este es un pecado que señala los excesos y las acciones compulsivas. Se diferencia entre otros pecados capitales porque se le atribuyen la acumulación de riquezas materiales. El avaro renuncia a Dios por mantener sus riquezas y así se condena para la vida eterna.
Dentro de la doctrina cristiana, también se le relaciona con la traición, el soborno, la deslealtad y el robo. Si el pecado el llevado con violencia mayor será la ofensa ante Dios.
Lujuria
Representa el pensamiento de origen sexual del hombre. Este pecado se le atribuye al deseo insaciable, desordenado e incontrolable del sexo. Dentro de los dogmas de la iglesia se considera que la compulsión y las adicciones de esta índole, son característicos de la Lujuria.
También en un pecado capital en denominación de lujuria, quien incurre en el adulterio y la violación. La lujuria se ha transformado en la historia del mundo, incluso se ha llegado a creer que no es tan importante como se cree.
Según Dante la describió como el amor total que puede sentir una persona hacia otra. Colocando a Dios en segundo plano y negando que la lujuria puede llegar a deshumanizar a cualquier persona.
Ira
Representa el odio y la furia desmedida. Quienes sienten ira son desordenados y no tienen la capacidad de controlar sus pensamientos. Rechazan la verdad y se ofenden si alguien los corrige.
Son fanáticos de sus ideales y creencias, rechazan lo diferente y discriminan al desvalido. La ira puede llevar a una persona a tomar la justicia en sus manos. Dependiendo de la intensidad de este sentimiento puede llegar a incurrir en el genocidio.
Gula
Al principio, todo aquel que se excedía en sus gustos era señalado con el pecado de la gula. Hoy se le atribuye a quienes ingieren de forma compulsiva alimentos y todo tipo de bebidas.
El consumo irracional de cualquier otro elemento, también es definido en este pecado capital. Se relaciona a la destrucción del ser en lo físico y lo espiritual. Una acción muy común en la actualidad es el consumo de drogas y el abuso del alcohol.
Envidia
Este pecado capital tiene un vínculo muy estrecho con inagotable, las ansias que no son posibles saciar. Si la avaricia se enfoca en lo material, la envidia lo abarca todo. Existe un deseo compulsivo por tener lo ajeno a toda costa.
Se regocijan en la desgracia del prójimo y no descansan hasta saciar sus deseos. Este es uno de los pecados más graves en la fe cristiana y en que hay que prestar mucha atención. Todo lo que engloba la biblia va en contra de los mandamientos y el camino de la salvación.
Pereza
Representa la incapacidad de cubrir las necesidades propias y las de otros. Incurren en este pecado quienes llevan su vida por el camino del ocio y la tristeza. Aquellos que abandonan sus deberes como cristianos y su integridad.
Cuando se es perezoso no se puede obrar como Dios así lo desea. Es decir, además de cuidar el cuerpo físico también hay que hacerlo en lo espiritual. Por ende, la pereza se opone a todo lo que representa Dios y es un pecado grave para el verdadero cristiano.
Origen de los 7 pecados capitales
Los 7 pecados capitales se han encontrado desde siempre en la biblia, definidos como las cualidades que más desagradan a Dios. No se pueden encontrar en un orden establecido o el algún libro especifico.
Pero si en versículos que hacen mención de ellos y que abarcan toda la Biblia. Por otra parte, son atribuidos a Lucifer y otros 6 ángeles que fueron desterrados del cielo.
Dentro de la doctrina cristiana fueron tomados en cuenta durante el siglo IV por Evagrio el Póntico. Que para entonces era conformado por 8 pecados capitales y que luego fueron modificados.
La lista oficial de los 7 pecados capitales son la lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia y soberbia. Así lo estipuló el sacerdote Juan Casiano y que luego fue aprobado por el papa San Gregorio en el siglo VI.
Estos pecados se describen como capitales por ser el deseo que habita en todo hombre. Es decir, son la principal motivación que induce al pecado. Es la forma en la que el cuerpo tiende a saciar su sed carnal.
Cometer un pecado capital es abandonar la gracia de Dios. No sólo porque estemos pecando, sino porque inducimos el pecado en el prójimo. Somos corrompidos y corrompemos. Siendo esta una acción grave dentro de la fe y la doctrina que compartimos como iglesia.
Importancia de cada uno de los pecados capitales
Aunque los tiempos han cambiado y con ellos el pensamiento teológico del catolicismo, siempre se ha mantenido la importancia de resguardar el alma. Principalmente, dejando de ofender a Dios y al prójimo, y manteniendo una vida recta según los mandamientos.
Es por ello, que los pecados capitales se han presentado al mundo, como nocivos y peligrosos para la fe. Si el pueblo es corrompido por estos deseos, entonces la convivencia y la paz se habrá interrumpido.
Por lo tanto, es la iglesia a través de la palabra de Dios que exhorta a los fieles a ser congruentes con la fe que profesan. Es indispensable respetar las leyes de Dios y abandonar la fuerza terrenal para que la fuerza del Santo Espíritu more en nosotros.
Humanamente es imposible controlar deseos tan bajos, pero cuando Dios habita realmente en nosotros, el pecado no podrá corrompernos. Si somos capaces de seguir los mandamientos, también podemos alejar las tentaciones y mantenernos limpios a los ojos de Dios.
¿Cómo combatir los pecados capitales según la Biblia?
Así como la biblia nos muestra los 7 pecados capitales también nos otorga 7 virtudes para la práctica de la fe.
- Abandona la Soberbia y aférrate a la Humildad. El humilde de corazón nunca se pondrá por encima del prójimo ni será egoísta.
- Convierte la Avaricia en Generosidad. Da voluntariamente y se altruista, la recompensa más grande viene del cielo.
- Abandona la Lujuria y se Casto. La castidad regula los placeres y vicios carnales.
- Deja la Ira y se Paciente. La Paciencia te hará ser un mejor cristiano, es una actitud que puede luchar contra toda adversidad.
- Cambia la Gula por la Templanza. La templanza te hace una persona honesta y crea un equilibrio para dominar las tentaciones.
- No seas Envidioso y practica la Caridad. La Caridad es una cualidad divina y está presente en Dios. Ama y se uno con el prójimo.
- Deja la Pereza y se Diligente. Esfuérzate y cuida tu cuerpo, pero sobre todo tu alma. El camino de Dios no es fácil. Con esmero y trabajo todo es posible.
Si comprendemos lo que realmente significan los 7 pecados capitales y encontramos los medios para no caer en ellos, podemos considerarnos hijos de Dios. Todo está en forjar una nueva actitud ante la vida.
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Cristianismo a toda edad
Un cristiano debe tener presente que así seamos niños, jóvenes o ancianos, debemos amar por sobre todas las cosas a nuestro Padre Celestial. Los niños, deben conocer la palabra de Dios desde temprana edad, deben conocer y realizar los sacramentos, para tener una vida pura y en fe, siempre. El padre, también nos enseña en la biblia, las bienaventuranzas para niños, es la manera más amorosa y didáctica, en la que los pequeños pueden conocer el amor y el abrigo que nos da Dios.
No debemos dejar nunca de lado, que al lado de nuestro Padre, se encuentra la magnificat, nuestra madre protectora que no nos desampara. Debemos unirnos en fe, y cuando tengamos angustias y necesitemos de la mano de nuestra madre, podemos acudir también, a una oración a la Virgen de Guadalupe, que es la patrona de los desamparados.
No desesperemos por nuestros pecados
La vida está llena de retos y muchas veces, de problemas. Pero debemos afrontarlos con fe y esperanza. Cuando sintamos que desesperamos y necesitamos del aliento y la ayuda de Dios, hagamos la oración milagrosa, esa que nos devuelve la paz y la armonía.
Sentir el abrigo de la fe, lo podemos conseguir a través de la oración a Santa Marta, quien dio en varias ocasiones hospedaje a Dios Padre, y se ha ganado así, el amor y la adoración de los creyentes. Puedes realizar una oración a Santa Marta, siguiendo el siguiente enlace: https://yocreo.com/oracion-santa-marta/.
Orar, es el arma más potente que tenemos los cristianos contra la Santísima muerte.
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Imágenes de los 7 pecados capitales