El mundo actual vive una lamentable realidad de crisis familiar, ya que el hombre se ha alejado de las metas espirituales inclinándose por las materiales, e incluso, adaptando la religión de acuerdo a sus intereses, así vemos la unión libre, la extinción de la virginidad y el adulterio, tres preceptos que constituyen un pecado de acuerdo al dogma cristiano.
De una u otra forma, Dios desde la creación, nos ha llamado a vivir en un orden sobrenatural, que va más allá de nuestras costumbres naturales, por ello, el sentido espiritual del matrimonio debe estar orientado hacia el bienestar de la familia y los hijos, siguiendo la doctrina de la iglesia.
¿Qué es el Sacramento del Matrimonio?
El matrimonio constituye la alianza entre el hombre y la mujer con el fin de ayudarse mutuamente, procrear y educar a los hijos; este lazo eterno y bendecido por Dios y la iglesia, simboliza el amor verdadero y la fidelidad de Jesucristo con la humanidad.
Para la iglesia la esencia del Sacramento del Matrimonio está representada por la unión entre María y José, un hogar que nunca tuvo pecado, y que por el misterio de la unción del Espíritu Santo concibieron a Jesucristo.
El Sacramento del Matrimonio tiene todo los elementos para la santificación, y aquel que lo vive verdaderamente con la unción que brinda la iglesia, se purifica, se santifica y estará preparado para encontrar a Dios.
Cuando dos cristianos se comprometen ante este sacramento aceptando una larga vida de fidelidad, reciben el don de fortaleza y gracia para caminar exitosamente juntos ante la buenaventura y la adversidad, con la capacidad para pedir perdón y perdonar.
De acuerdo al estamento de la iglesia el Sacramento del Matrimonio solo lo puede destruir la muerte de uno de los cónyuges.