El Sacramento de la Confirmación, forma parte de los sacramentos y es el segundo paso en la iniciación de la vida cristiana, donde el protagonista es el Espíritu Santo, quien nos une a la iglesia y nos compromete mucho más como testigos de la fe cristiana.
¿Qué es la Confirmación?
La confirmación es el sacramento que completa el bautismo, ya que confirma y refuerza la gracia de Dios, que habíamos recibido en él.
La palabra confirmación proviene del latín confirmatio, que se refiere al fruto de la unión; pero en el significado literal del castellano es la acción de ratificar la validez de alguna cosa.
El Sacramento de la Confirmación es el acto que representa la unión más íntima con la iglesia para recibir el don de la sabiduría y la fortaleza del Espíritu Santo, que Dios coloca en nuestro interior.
La confirmación reafirma la madurez del creyente, asentando el compromiso de convertirse en un declarante de Jesucristo, que con la fortaleza de su alma y espíritu, divulgará y defenderá la fe en Dios.
¿Cuáles son los elementos de la Confirmación?
En la ceremonia del Sacramento de la Confirmación existen varios elementos simbólicos:
La renovación de las promesas bautismales, manifiesta volver a renunciar a todo lo que nos aleja de Dios y a aceptar todo lo que nos acerca a él.
La imposición de manos, representa el acto de ponernos bajo la acción del Espíritu Santo.
La unción de aceite de oliva con óleo perfumado, significa la unión singular con la palabra y obra de Jesucristo.
El beso de la paz, simboliza el abrazo y la bienvenida como parte de la iglesia.
Los padrinos que son el apoyo en la fe a Dios y unión a la iglesia del confirmado.
Para admitir este sacramento es necesario haber recibido una catequesis de preparación.